La Fundación DAR CONIN, dirigida por Valeria Ochoa, continúa con su labor de asistencia a familias y niños con problemas nutricionales en Río Grande. Con 13 años de trabajo ininterrumpido en la ciudad, la fundación extiende su apoyo no solo a la Margen Sur, sino a toda la comunidad.

La directora de la fundación Valeria Ochoa explicó “seguimos trabajando nosotros como siempre. Nuestro objetivo es trabajar con familias y con niños que tengan problemas nutricionales dentro de la ciudad, no solamente en esta zona, sino dentro de toda la ciudad. Ayudamos a las embarazadas que tengan embarazos en riesgo y familias que tengan niños con bajo peso”.

La fundación no reemplaza a los centros de salud ni a los pediatras, sino que trabaja en colaboración con ellos. Ochoa destacó: “Nuestro trabajo es bastante específico porque nosotros articulamos, no reemplazamos a los centros de salud, al pediatra, a los controles médicos, lo que hacemos es trabajar y articular con ellos”. Su enfoque integral permite abordar la desnutrición infantil en un contexto sociosanitario complejo, apoyando a las familias durante el proceso de recuperación.

La decisión de enfocarse en la desnutrición infantil se basa en la experiencia del Dr. Abel Albino y su enfoque integral para erradicar esta problemática en Latinoamérica. “Ver un niño desnutrido cerca de nosotros es devastador. Decidimos actuar desde nuestro lugar y hemos visto resultados positivos con el tiempo” afirmó Valeria.

Sobre el proceso de detección de casos incluye visitas a comedores, parroquias y centros comunitarios, así como la búsqueda activa de familias que no suelen asistir a los centros de salud refirió “nosotros siempre decimos que encontramos niños con desnutrición porque salimos a buscarlos”. Las causas de la desnutrición pueden variar, incluyendo falta de ingesta adecuada o enfermedades no diagnosticadas. “Hemos tenido varias situaciones, algunas por falta de ingesta, algunas por ingesta de alimentos que no tienen el valor nutritivo necesario, y otras por patologías de base que deben ser estudiadas”.

Una vez detectados los casos, la fundación implementa un programa de recuperación nutricional que incluye apoyo con alimentos y educación sobre nutrición. “Acompañamos a la familia durante aproximadamente un año, proporcionando un bolsón de alimentos y enseñando a cocinar comidas nutritivas”, señaló..

La recuperación de un niño es motivo de gran satisfacción para el equipo de la fundación. “Es la alegría más grande. Hacemos un pequeño festejo, se le da un diploma y un regalo al niño. Ver a una familia que ya no necesita nuestra ayuda es una alegría inmensa, ya que significa que hemos cumplido nuestro objetivo”.