
La Vigilia por la Gloriosa Gesta de Malvinas, uno de los actos más emotivos e identitarios de Río Grande, cumplirá 30 años en este 2025. Y con este aniversario también llega una despedida muy especial: la de Miguel Vázquez, el locutor que le puso voz a cada uno de estos encuentros desde sus inicios.
Vázquez fue quien condujo el primer acto en 1996, cuando el homenaje aún no contaba con escenario, sonido, ni luces. A pedido del Centro de Veteranos de Guerra, se acercó aquella noche al sector costero donde hoy se erige el monumento a los caídos. “No era más que un grupo de Veteranos, periodistas y vecinos, a la luz de los autos y de un tacho de fuego, cantando el himno nacional a capela”, recordó con emoción. Aquel gesto sencillo pero cargado de simbolismo dio inicio a una tradición que con el tiempo se volvió un emblema de la ciudad.
Con el correr de los años, la ceremonia fue creciendo en organización y convocatoria. Gracias a esa constancia, y al profundo respeto con el que fue llevada adelante por los propios Veteranos y por la comunidad, Río Grande fue declarada Capital Nacional de la Vigilia por la Gloriosa Gesta de Malvinas, reconociendo así el valor histórico, simbólico y social de este evento único en el país.
Este 2025, en la antesala de lo que será la trigésima edición de la vigilia, Miguel Vázquez anunció que será su última participación como conductor del acto. “Treinta años haciendo una actividad es suficiente. Aporté mi granito de arena desde mi lugar y es momento de dar paso a nuevas voces y generaciones”, expresó durante una entrevista en el programa Tarde a Tarde de Radio Fueguina.
El locutor destacó que más allá del acto oficial —que sigue un orden y tiene un guion—, lo que lo preocupa es quién podrá transmitir el sentimiento y el respeto por Malvinas en los momentos previos al comienzo. “Ahí es donde uno explica lo que significa la causa, el sentimiento de los Veteranos, contextualiza para quienes vienen por primera vez. Ese conocimiento se construyó con años de compartir tiempo con ellos, de escuchar en silencio, de aprender desde el respeto”, afirmó. Y agregó: “Sé que no digo ni una palabra que los Veteranos no estén de acuerdo”.
También fue sincero al contar que su trabajo siempre fue ad honorem: “No le podía poner precio. Me basta con el abrazo de un Veterano o con que me tengan en cuenta”, dijo, y aclaró que no será él quien designe a su sucesor: “Eso lo debe definir el Centro de Veteranos”.
Este lunes 24 de marzo, Miguel Vázquez fue homenajeado por el Concejo Deliberante de Río Grande con un reconocimiento a su labor en estos 30 años al frente del acto. “Es un reconocimiento que no esperaba, pero que agradezco profundamente. Yo solo hice lo que cualquier vecino hubiese hecho desde su lugar”, expresó al recibir la distinción.
Con su despedida, se cierra una etapa histórica, marcada por la entrega, la voz firme y el respeto hacia los verdaderos protagonistas de la gesta: los Veteranos de Guerra y los caídos en combate. Su legado quedará en cada palabra dicha frente al mar, en cada noche helada en que su voz sostuvo la memoria colectiva de una ciudad que nunca dejó de honrar a quienes lucharon por la soberanía.

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