
Este miércoles, en la sede de la Policía Federal Argentina en Río Grande, se llevó a cabo una emotiva despedida para Renata, una perra especializada en detección de drogas que finalizó su etapa activa en la fuerza tras nueve años de servicio.
Con 10 años de edad y una destacada trayectoria como can detector, Renata fue homenajeada por todo el personal de la Subdelegación local, quienes organizaron un pequeño acto en su honor para agradecerle por su compromiso en las tareas de prevención y seguridad.
Finalizada su labor, Renata fue adoptada por una familia riograndense perteneciente a la Armada Argentina. Ahora, comenzará una nueva etapa de descanso y cariño, alejada del uniforme y rodeada de afecto. Desde la fuerza destacaron que "le brindarán sus cuidados y un nuevo hogar".
La ceremonia fue breve pero cargada de emoción: compañeros de años, instructores y personal de la dependencia estuvieron presentes para despedirla y acompañarla en este paso que marca el final de una vida de trabajo y el inicio de un merecido retiro.
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