La abuela de un nene con TEA, Patricia Cardozo en conjunto de otros padres autoconvocados, hace ya seis meses reclaman al Ministerio de Salud de la Provincia que se brinde la continuidad de los tratamientos en la especialidad Fonoaudiología destinados a los niños.
En ese marco, Patricia Cardozo detalló que desde hace ya seis meses la fonoaudióloga renunció al cargo y hasta el día de la fecha no ha sido reemplazada. Este factor fue el que derivó la suspensión de la terapia a los niños y los que hace que el tratamiento pierda el efecto médico. Entonces, puntualizó en como impacta esto en su caso “la última vez que Lautaro tuvo fonoaudiología fue en diciembre, donde se hizo el informe de cómo había sido su evolución durante ese año, el 2022 y la proyección era continuar en febrero”, contó.
Agregando que esta proyección que se había planteado en ese entonces “nunca ocurrió, ya que la fonoaudióloga renunció al área donde estaba prestando sus servicios y Lautaro, como también otros pacientes quedaron sin sus respectivas terapias hasta el día de la fecha”.
Por lo cual, enfatizó en la respuesta que les brindó el Ministerio de Salud en torno a la búsqueda de un reemplazo “el Gobierno dice que ya sacó la convocatoria para cubrir ese cargo del profesional fonoaudiólogo que todavía no ocurrió, pero estamos a la espera de que alguien pueda tomar ese cargo. Nosotros, como familiares de persona con discapacidad, ya sean niños o adultos, proponemos un Plan B que consiste en que sea el Ministerio de Salud el que traiga de forma itinerante algún profesional fonoaudiólogo ya sea, de la ciudad de Ushuaia o de Río Grande a trabajar en Tolhuin, a fin de que dé continuidad a estas terapias que fueron interrumpidas”.
A su vez, señaló que “la respuesta de la Ministra Judith Di Giglio que me hizo a mí en lo personal, porque hablé con ella vía WhatsApp, fue que estaba al tanto de esta situación y que iba a ver qué podía hacer. Esa fue toda la respuesta que me dio a mí, y yo sé la transmití al resto de los padres y familias”.
De igual forma, recordó que “el tema es que en un principio como que se había planteado, ellos habían pensado que nosotros podíamos llevar a los niños a Ushuaia o a Río Grande para hacer su terapia. Desde el primer momento eso fue descartado por nosotros porque ya lo hemos hecho en años anteriores, es algo que no se puede sostener en el tiempo. Muchos de ellos son niños que no sostienen una hora y media de viaje, y menos con el estrés que uno tiene de por sí en el invierno, con la ruta en esas condiciones, por ahí es mucho más que una hora y media. Entonces, no es sostenible en el tiempo, los chicos no pueden hacer ese viaje, interrumpiendo así su quizás su horario de clase en la escuela, llegan en una condición que no es la óptima para sentarse y hacer terapia”, sostuvo Cardozo.
Por tal motivo, remarcó que “por ningún lado de donde lo quieras mirar eso es viable y menos algo que se puede sostener en el tiempo. Lo que nosotros proponemos es un Plan B hasta que este cargo se cubra porque puede pasar el tiempo, puede llegar diciembre, puede llegar el 2024 o el 2025 y si el cargo no se cubre, la terapia de los chicos ya sería imposible”.
Asimismo, recalcó que “cuando nosotros supimos que la fonoaudióloga había renunciado en el Centro de Rehabilitación, lo primero que hice fue ir al CAT y averiguar si allí había Fonoaudiología. Me dijeron que sí, que hay una fonoaudióloga, pero no atiende niños con discapacidad porque no está preparada en esa área. Entonces fue como un cachetazo. Nos dijeron sí hay, pero para ustedes no”.
Teniendo en cuenta el tiempo que paso desde la renuncia de la profesional y las respuestas obtenidas, indicó que “le hemos entregado una carta presentándole esta situación, también al señor De Luca, que es el secretario de Discapacidad y respuestas, todavía no hay ninguna. Notas hemos presentado una y el resto de las comunicaciones fue vía WhatsApp directamente”.
Aseverando que la única opción que les queda a los padres es “recurrir a la justicia por un amparo, empezar con cartas documentos, con recursos de amparo. La verdad que no sabemos qué hacer, porque el único que en este caso nos está fallando es el Estado porque no está garantizando la salud de estos chicos que, por ejemplo, en mi caso, mi nieto lo único que tenía era fonoaudiología y el resto no lo tiene, sufre toda esa ausencia de otro tipo de terapias con medicamentos, con psicofármacos y no podemos seguir metiéndole psicofármacos a los chicos porque no tienen una terapia. Se desanda el camino es un retroceso absoluto, es volver a foja cero. Si se deja de trabajar, se vuelve a cero, son años, años perdidos”, concluyó.
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