La agrupación “Hablemos de Autismo, Tierra del Fuego” expresó su malestar tras la reciente aprobación de una ordenanza que propone la implementación de la "Hora Silenciosa" en diversos espacios comerciales y públicos de la ciudad de Ushuaia . Esta medida tiene como objetivo disminuir los estímulos sensoriales, como ruidos y luces intensas, para facilitar la experiencia de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Aunque la propuesta es relevante, el conflicto surgió por la falta de reconocimiento y consulta con la agrupación que venía impulsando esta iniciativa.
La idea de la "Hora Silenciosa" no es nueva para la comunidad. Desde hace meses, “Hablemos de Autismo, Tierra del Fuego” trabaja en iniciativas que promueven la inclusión sensorial para personas con TEA. Tal es el caso del Paseo del Fuego, donde se implementó este concepto de manera voluntaria gracias a la colaboración entre la agrupación y los administradores del lugar. Debora Pérez, referente de la agrupación explicó: "Nuestro objetivo era generar espacios donde las personas con autismo pudieran sentirse más cómodas, eliminando estímulos que les resultan agobiantes. En el Paseo del Fuego lo logramos gracias a un trabajo en conjunto, pero nunca imaginamos que luego lo presentarían sin tenernos en cuenta".
El concejal Walter Oyarzún presentó en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que institucionaliza la "Hora Silenciosa" en espacios comerciales y públicos, pero lo hizo sin la consulta ni participación de la agrupación. Según “Hablemos de Autismo, Tierra del Fuego”, Oyarzún "tomó nuestra iniciativa y la presentó sin siquiera mencionarnos o consultarnos".
Los integrantes de la agrupación señalaron que no se trataba solo de aprobar la medida, sino de hacerlo en base al conocimiento y experiencia de quienes impulsaron el proyecto desde el principio. En este sentido, manifestaron: "Nos sentimos completamente ignorados. El proyecto fue aprobado sin consultar a las familias ni a los profesionales que trabajamos con personas con autismo".
Ante esta situación, la agrupación ha solicitado que la ordenanza sea vetada. "No se trata solo de poner un nombre bonito o cumplir con una normativa, se trata de conocer realmente qué necesitan las personas con autismo", expresaron. Para ellos, la medida aprobada no refleja adecuadamente las necesidades de la comunidad autista, y argumentan que fue elaborada sin la participación de quienes entienden mejor los desafíos diarios que enfrentan.
"Lo que pedimos es simple: que se reconozca el trabajo de las familias y de los profesionales que vienen trabajando en esto desde hace meses. Las decisiones que afectan a las personas con autismo deben ser tomadas con su participación y acompañamiento", remarcaron desde la agrupación.
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