Un vuelo de Aerolíneas Argentinas que cubría la ruta Ushuaia-Buenos Aires atravesó una situación de tensión anoche debido a condiciones meteorológicas adversas. La aeronave, identificada como el vuelo AR1879, tenía previsto aterrizar en Aeroparque Jorge Newbery a las 20:50, pero debido a fuertes turbulencias y tormentas en la zona, debió abortar la maniobra y ser redirigida a Montevideo.

Pasajeros a bordo describieron momentos de pánico tras la brusca maniobra de escape. “Fue una situación desesperante, pensé que el avión no lograba estabilizarse”, relató Leandro, uno de los viajeros. Otra pasajera, Verónica, aseguró que algunos sufrieron crisis nerviosas ante la incertidumbre del momento. Sin embargo, otros testigos señalaron que la tripulación manejó la situación con calma y profesionalismo.

Desde Aerolíneas Argentinas explicaron que la decisión de desviar el vuelo obedeció a protocolos de seguridad establecidos para estos casos, asegurando que en ningún momento hubo un riesgo real para los pasajeros. “Estas maniobras son parte del procedimiento estándar cuando las condiciones meteorológicas no permiten un aterrizaje seguro”, detallaron.

El temporal también afectó a otros vuelos. Una aeronave de Aerolíneas Argentinas procedente de El Calafate debió aterrizar en Montevideo, mientras que un avión de JetSmart proveniente de Bariloche intentó dos veces aterrizar en Aeroparque antes de ser desviado a Ezeiza. A su vez, un vuelo de TAM que llegaba desde San Pablo tuvo que dirigirse a Porto Alegre.

El Servicio Meteorológico Nacional había emitido una alerta naranja en Buenos Aires debido a la intensidad de la tormenta, lo que llevó a múltiples aerolíneas a modificar sus rutas para garantizar la seguridad de sus pasajeros. Aerolíneas Argentinas enfatizó que la maniobra de escape realizada por el vuelo AR1879 es una práctica común en la aviación y forma parte del entrenamiento recurrente de los pilotos para responder a situaciones climáticas adversas.