El informe PISA de la OCDE echó algo de luz sobre la delgada línea que separa a la integración de la tecnología al aula con fines educativos y cómo afecta el rendimiento del alumno un eventual uso indiscriminado, mientras que en la Argentina se demostró que más de la mitad de los alumnos se distraen con sus celulares en clase.
Matemática

En el relevamiento realizado a través de las pruebas de matemáticas del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) correspondientes a los 80 países que integran la organización, surgió que los estudiantes que son distraídos por otros alumnos que utilizan dispositivos digitales en algunas, la mayoría o todas las clases de matemáticas, obtuvieron 15 puntos menos que aquellos que no sufrieron tales interferencias a su atención.

Equivale, de acuerdo con esa comprobación, a lo que se aprende en tres cuartos de un año de clase, incluso después de tener en cuenta el perfil socioeconómico de los estudiantes y las escuelas.

Según esas conclusiones, en los países de la OCDE, en promedio, los estudiantes que pasan más de cinco horas al día utilizando dispositivos digitales para el ocio obtuvieron 49 puntos menos en matemáticas que los que están sólo hasta una hora.

Podrían prohibir el uso del teléfono en las escuelas

La opción de prohibir los teléfonos móviles en los centros educativos se encuentra, en consecuencia, bajo análisis.

El uso de dispositivos digitales y los resultados en PISA presentan una asociación en forma de U invertida.

Aprovecharlos con fines educativos en forma moderada mejora los resultados en matemáticas, pero hacer un uso abusivo perjudica el aprendizaje.

El uso de los dispositivos más de una hora al día para ocio, como aplicaciones de redes sociales, navegación en internet o juegos, baja el rendimiento no sólo del que lo hace, sino que también repercute en el resto de los compañeros.

La información recogida por PISA generó medidas en algunos países con la intención de mejorar el clima escolar, fundamental para el aprendizaje.

El gobierno de Nueva Zelanda, por ejemplo, que se ubicó quinto en el ranking de distracción, prohibió los teléfonos en las escuelas.

Argentina lidera el ránking de los alumnos distraídos

Una encuesta efectuada en nuestro país mostró que más de la mitad de los estudiantes (54%) aseguró que se distrae con sus propios celulares en clase, mientras que un porcentaje levemente inferior afirma no prestar atención porque sus compañeros los usan.

En relación con la distracción que les provoca el uso personal de dispositivos, el 26% de los adolescentes dijo que le ocurre en todas las clases y el 28%, en la mayoría.

Los argentinos ocupan la primera posición mundial por la cantidad de alumnos que se distraen siempre o casi siempre a causa de otros estudiantes que usan aparatos digitales (45%).

En el segundo puesto se ubican los uruguayos con cifras levemente inferiores: el 23% se distrae en todas las clases y el 29%, en la mayoría.

El total de los distraídos por la tecnología en el país vecino es el 52%.

El tercer puesto del ranking es para los alumnos de Chile y le siguen en el top ten Bulgaria, Nueva Zelanda, Brasil, Canadá, Letonia, Finlandia y Filipinas.