
El Gobierno entiende que era prioritario atender las necesidades de otros sectores. Cómo influye la demanda de dólares y el humor de los bancos.
Los teléfonos celulares se quedaron fuera del programa oficial de financiamiento Ahora 12, y las perspectivas respecto de su regreso al sistema de pago en cuotas del Gobierno, al menos por ahora, no son las mejores.
En el Gobierno no cierran la puerta al respecto, pero tampoco dan grandes expectativas. Y las empresas del sector sostienen que seguirán "apostando a lograrlo", aunque "hoy el clima no es el ideal".
Esta determinación que tomó el Gobierno tiene que ver con la vieja teoría de la manta corta.
Primero, porque desde el lado del Gobierno quieren darle impulso a las industrias que, entienden, generan mayor mano de obra local, de modo de generar mayor actividad en esos segmentos. Y por esto la telefonía celular no encuadraría en la visión oficial.
Esto, en parte, choca con la postura oficial en cuanto al origen de los teléfonos celulares, que mientras muchos dicen que en la Argentina simplemente se ensamblan las partes que se importan, el Gobierno sostiene que aquí se fabrican.
En este panorama también entra en juego la demanda de dólares del sector. De acuerdo con los últimos datos que difundió el Indec, el segmento "Computadoras y Teléfonos" había registrado en junio del año pasado importaciones por u$s 82 millones, cifra que creció nada menos que un 76,8% un año después, al escalar hasta los u$s 145 millones.
Si la comparación se hace entre los primeros semestres de ambos años, el incremento fue de 80,5%, ya que pasó de los u$s 359 millones a los u$s 648 millones.
Aquí vale aclarar que las computadoras -que forman parte de este rubro pese a tener un sistema de fabricación similar al de los celulares- sí están incluidas en el programa oficial, a tal punto que se las podrá conseguir en 12, 18 y 24 cuotas.
La otra parte de la teoría de la manta corta tiene que ver con que a los bancos no les convence la idea de seguir financiando este programa -con tasas que no les resultan convenientes-, incluso cuando desde el Gobierno se les generó la posibilidad de liberar encajes a cambio, que luego los pueden invertir en Letras.
Las negociaciones de la banca con el Gobierno no fueron justamente fáciles, pero estaba claro que tanto la continuidad del programa como la ampliación de las cuotas -otro punto que no convence a los bancos- se iba a imponer.
La compra de telefonía celular, ya sea por el retraso tecnológico que hay en el mercado local y por los precios de los aparatos, siempre fue uno de los ítems que más movió el micromundo del Ahora 12.
Esto se dio a tal punto que para las compañías las ventas con el programa de financiamiento oficial pasaron a representar más del 50% de sus ventas totales.
Entonces, si era un rubro que demandaba una buena cantidad de dólares pero que, al mismo tiempo, demandaba cifras importantes de financiamiento para los bancos, complicando el visto bueno del sector financiero, lo mejor era hacerlos a un lado.
Aquí también se dio la teoría de la manta corta: se destapó a la telefonía celular, para proteger a varios otros sectores.
Ante todo esto, las perspectivas de las empresas de celulares no son las ideales respecto de sí volverán a formar parte del Ahora 12. "El 22 de abril la industria acordó el congelamiento de precios de varios productos entre elos teléfonos celulares. Esto fue con la promesa de que se reabrirían las puertas a los celulares", sostuvo a El Cronista un referente de la industria.
Compartinos tu opinión