La tercera jornada del juicio oral y público por el homicidio sucedido entre peones de esta estancia en 2015 tuvo como protagonista a una de las peritos de Policía Científica que trabajó en el análisis de las pruebas colectadas en el lugar.
La oficial González de la Policía Científica declaró que si bien las manchas en el pantalón del imputado son propias de “salpicaduras”, lo que lo encontraría cerca del hecho; las que presentaba en la chaqueta eran por “contacto directo” con la fuente de sangre, lo que complica su situación más aún.
Las pericias de ADN confirmaron que la sangre es de la víctima, y asimismo la testigo señaló que respecto de un cuchillo hallado con sangre en el exterior de la gamela donde dormían los esquiladores, no se pudo determinar genéticamente a quien pertenece esa sangre.
Finalmente la testigo confirmó que Sañanco tenía sangre en ambas manos aunque no se pudo confirmar que fuera sangre de la víctima.
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