La Corte Suprema dejó firme la condena a diez años de prisión contra Andrea Paola González Paduan, que en el 2015 mató a patadas a su bebé recién nacido y luego lo escondió en un ropero de una vivienda del barrio Solier, en Ushuaia.
Los jueces lena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, revisaron la condena impuesta por la la Justicia de Tierra del Fuego, la cual fue reducida en el 2017 a diez años de prisión y por pedido de la defensa de Paduán, representada por el defensor particular, Dr. Raúl M. Paderne.
En febrero pasado, la Corte confirmó la sentencia, pero la defensa planteó un recurso de revisión, insistiendo en un estado de “emoción violenta” y un “cuadro agudo de psicosis puerperal”.
Pero en su último acuerdo, la Corte sostuvo que sus decisiones “no son, en principio, susceptibles de recurso alguno, sin que en el caso se configure algún supuesto estrictamente excepcional que justifique apartarse de tal doctrina”.
El horror de un crimen imperdonable
En abril de 2015, Padúan quedó internada en el Hospital Regional Ushuaia en donde dio a luz a una criatura, pero poco después decidió irse del nosocomio junto a su bebé.
Fue en una plaza del barrio Brown, en donde la mujer comenzó a asfixiar a la criatura, pero no lográndolo comenzó a darle patadas hasta causarle la muerte.
Tras una impecable investigación de la Policía, el cuerpo de la criatura fue hallado en un ropero de la vivienda de Padúan, en el barrio Solier, por lo que se procedió a la detención de la mujer junto con sus familiares.
Durante el juicio, Padúan reconoció haber matado al bebé y explicó las formas en lo que lo hizo.
U24
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