El pasado viernes 10 se realizó finalmente un inédito operativo para tratar de identificar a una persona fallecida hace casi 18 meses en Ushuaia. Se le practicó la extracción de ADN al cadáver en Río Grande. Es en el marco de la causa de las morgues clandestinas en Ushuaia que tuvo repercusión nacional. Encabezó el operativo el Juez competente, Dr. Sebastián Osado Viruel con la Secretaria del Juzgado, Dra. Valeria Rossi (Juzgado Civil y Comercial 1, Distrito Judicial Sur). Se realizará un cordón sanitario con fuerte presencia policial.
Justamente ese viernes por la mañana, partió desde el osario del cementerio
Antiguos Pobladores, en Maipú y Guaraní de Ushuaia, el furgón mortuorio de la empresa competidora de Casa Ramón Oviedo, denominada Casa Manantiales, de la familia Manfredotti. Es de destacar que en Ushuaia solo operan esas dos cocherías.
La abogada de la familia es la Dra. Griselda Engelhard, quien por un problema de salud no pudo venir a Río Grande, pero siguió atentamente todo el procedimiento.
Además del magistrado y la secretaria del Juzgado actuante, arribó en la comitiva el director del cuerpo médico forense, Dr. Eric Manrique.
Se formó un cordón sanitario y la caravana fue escoltada por móviles policiales en los que también se trasladó personal de la División Policía Científica.
El material genético obtenido se cotejará con el extraído a Diego y Gabriela, dos de los hijos de Juan Sena. Ambos fueron sometidos el día anterior, en el Laboratorio Gobernador Paz, a hisopados bucales. Todas las muestras serán remitidas a Buenos Aires para su análisis.
Sandra Sena, otra de las hijas de Sena, comentó “participamos mi hermana, mi esposo y yo; estuvimos con el doctor médico forense Manrique, quien estaba a cargo de las muestras. Se saco el ataúd de quien se supone es mi padre y se lo puso en el furgón y nos fuimos haciendo caravana rumbo a Río Grande”.
Agregó que “en Tolhuin se hizo cambio de custodia, fueron hasta Río Grande otros agentes y ya en esa ciudad se dejó el féretro en la morgue, a resguardo hasta las 3 de la tarde que era la hora ya coordinada con los médicos forenses”.
En ese sentido detalló que “siendo las 3 de la tarde, se esperó un poco, creo que por si se presentaba alguien de la casa Ramón Oviedo, pero no vino nadie. Así que se procedió a tomar la muestra necesaria para realizar la prueba del ADN. Nosotros los familiares esperamos en un hall de entrada”.
“Después de un tiempo, no recuerdo cuanto tardaron porque para mi fue una eternidad, el doctor médico forense, el juez y la secretaria nos avisan que todo queda en custodia y el envío al laboratorio de ADN quedará a su cargo. Luego la secretaria realiza la presentación de papeles y el cuerpo lo llevan al cementerio de ahí de Río Grande en custodia a la espera del resultado. Según en el laboratorio nos dijeron que puede tardar un mes o mes y medio”, dijo Sandra.
“La verdad estamos agradecidos por la seriedad y el respeto que se ha tenido. Se lo dijimos a todos, al juez, a la secretaria, al médico forense, a los policías y por supuesto, a Casa Manantiales. Todos fueron muy respetuosos”, destacó.
Compartió que “fue un verdadero calvario lo que vivimos, se hace larga la espera, pero no era saludable. Es más, era un horror lo que Ramón Oviedo nos quería hacer. Reconocer un cadáver después de casi un año, porque faltaban días para cumplir un año”.
Asimismo contó que “hay una familia que accedió, ante escribano, a abrir y reconocer a su padre y esposo. Un espanto lo que está chica me relató. Su padre llevaba siete meses muerto”, finalizó Sandra Sena.
Compartinos tu opinión