Las marcas de autos importados festejan los nuevos aires de apertura de mercados en el país. CIDOA, la cámara que agrupa a 30 de esas marcas que no fabrican en la Argentina, condensó ese optimismo en un mensaje que augura que con la liberalización de la importación se generará una "sana competencia" en el mercado local y se espera "una reducción de los precios finales de los automóviles".
Los importadores exclusivos de autos en la Argentina vienen de meses muy difíciles. Con el ingreso de unidades muy restringido y una bajísima participación en ventas como consecuencia, la proyección de un escenario de importaciones liberadas es claramente un incentivo. Hoy venden cerca del 2% del total de autos patentados en el país, en los 90' llegó a ser el 20%.
Aunque aún así, mencionaron varios puntos importantes a tener en cuenta por el Gobierno para que esa previsión pueda materializarse, "favorezca al consumidor, satisfaga la necesidad de rentabilidad de las empresas, genere más empleo y no implique resignación de ingresos para el Estado Nacional".
CIDOA es una entidad fundada en 1979, que agrupa actualmente a 30 marcas que no tienen planta de producción en el país. La mayoría de las compañías que la integran están constituidas por empresarios y capitales argentinos, con excepción de una minoría de filiales locales de marcas extranjeras, cuyas redes comerciales en conjunto tienen 8600 empleados, 116 concesionarios y 311 talleres.
Su aspiración es volver a complementar la oferta local, en la que hoy tienen una "exigua participación", como dicen en la propia cámara; comprendida mayoritariamente por "unidades importadas por las siete plantas multinacionales nucleadas en ADEFA".
Entre las marcas incluidas en CIDOA hay algunas que mejoraron las ventas contra el año pasado aunque siguen estando muy por debajo de los niveles históricos e incluso de la demanda actual del público argentino, según explican desde esas compañías. Es el caso de BMW, una de las marca extranjeras sin producción local de autos que más vende en el país y que este año (hasta noviembre, último disponible) patentó apenas 824 vehículos, pero que fueron 1,7% más que en 2022. Hoy, los 0 km de la marca tienen valores de entre u$s 60.000 y u$s 130.000, según la Cámara del Comercio Automotor.
Del otro lado hay incluso marcas que no vendieron autos o patentaron menos de 10 unidades, como Land Rover que con solo 9 entregas cayó 25% en el acumulado del año. Sus autos y camionetas arrancan en los u$s 130.000.
Las marcas que integran la cámara son: Alfa Romeo, BAIC, BMW, BYD, Changan, Chery, DFM, DFSK, Faw, Ferrari, Foton, Geely, Great Wall, Haval, Hyundai, Isuzu, Jac, Jaguar, Jetour, JMC, Kia, KyC, Land Rover, Lifan, Lotus, McLaren, Mini, Mitsubishi, Porsche, Shineray, Subaru, Suzuki, SWM Volvo)
"Después de años de discriminación en perjuicio de los empresarios argentinos importadores de automotores que arriesgan capital y generan empleo, así como de algunas filiales de marcas extranjeras asociadas que limitan su actividad a la importación, auguramos que el sector automotor en general vuelva a disfrutar de una libertad responsable, como a principios de la década de 1990", dijo el comunicado firmado por el presidente de la entidad, Hugo Belcastro.
"Esperamos que los nuevos aires propendan a una reversión que apunte a una reducción de los precios finales de los automóviles y una adecuación de los aranceles de importación e impuestos internos", agregó como parte del reordenamiento del mercado que prevé en definitiva todo el sector.
Los responsables de las marcas importadas entienden que un mayor ingreso de unidades y menores impuestos no perjudicarán al Estado en cuanto a ingresos porque "los mayores volúmenes de ventas -repartidos entre más jugadores- derivados de precios al alcance de más consumidores, producirán más tributación, menor salida de divisas del país y más puestos de trabajo".
Hoy el punto central, según coinciden en CIDOA, es que la desregulación del sistema de importación esté acompañada con una adecuación de los aranceles de importación como de los impuestos internos aplicados al sector.
Los importadores hacen cálculos redondos: considerando que en 2023 ingresaron de intra zona (Brasil, México, Colombia, Uruguay) 135.000 unidades pagando 0% de impuestos a la importación y sólo 15.000 de extra zona pagando 35% de impuestos de importación, observan que bajando el arancel de extra zona al 20% se lograría un rebalanceo por el cual ingresarían 60.000 unidades de extra zona pagando 20%, lo cual conllevaría a una mayor recaudación, dado que se recauda más cobrando el 20% de 60.000 autos que el 35% de 15.000.
Un aumento de la oferta de extrazona permitirá además, aseguran, el ingreso de vehículos con equipamiento de última generación y más seguros, lo que incentivará la modernización del parque automotor actual.
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