Los libertarios admiten que la última versión de la modernización laboral que aprobó Diputados “no es una reforma, sino un paso mínimo que marca una tendencia”. Confían que, pese a la poda de su contenido, los 16 artículos que sobrevivieron ayudarán a generar empleo. Lo mismo creen expertos en el mercado de trabajo: “Si aprueban la derogación de las multas por la falta de registro de los trabajadores, se resolvería el 80% de los problemas laborales del país”, señalan.
De esta forma, tanto el Gobierno como la CGT redoblarán la presión en las próximas horas sobre la Cámara Alta para sancionar o frenar la Ley Bases y el paquete fiscal, justo en la semana en la que el sindicalismo comenzó la segunda etapa del plan de lucha cegetista contra las políticas de Milei.
Este lunes, de 8 a 11, con la excepción de los trenes y los colectivos, la mayoría de los sindicatos agrupados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) realizaron asambleas con interrupción del servicio. La protesta, que obligó a reprogramar vuelos, incluyó una violenta amenaza a los senadores por parte del titular de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llanos, enrolado en el kirchnerismo: dijo que cada uno de los senadores que voten a favor de la Ley Bases será “escrachado” cuando aborde un avión de Aerolíneas Argentinas.
“Vamos a explicarles a los pasajeros cada vez que viaje un senador de estos que están traicionando los mandatos populares”, aseguró el sindicalista en medio de la asamblea de los trabajadores en el Aeroparque, donde se oponen a la privatización de la aerolínea de bandera.
El vocero presidencial Manuel Adorni le contestó a Llanos por su amenaza: “El escrache de por sí hay que condenarlo, no importa la fuerza política. Es una práctica que tiene que desaparecer en la Argentina. No sé si entienden bien como funciona una república, con los tres poderes que funcionan de manera independiente”, afirmó en declaraciones a FM Delta.
La dispar adhesión a las asambleas-paro de la CATT cambiará cuando la CGT concrete este jueves el paro general de 24 horas, el segundo que hará desde que asumió Milei: ese día, todos los gremios del transporte paralizarán las actividades, incluidos los ferroviarios y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que agrupa a los choferes de colectivos y que este lunes trabajaron normalmente porque no pertenecen a la CATT sino a su rival, la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT), junto con organizaciones como La Fraternidad, el Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (SOEGyPE) y la Unión de Carga y Descarga, entre otros.
En la asamblea realizada por los trabajadores de recolección de la empresa AESA, Pablo Moyano, secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, advirtió esta mañana que “los senadores tienen que rechazar” la Ley Bases porque la iniciativa fue presentada por “un gobierno empleado del FMI que quiere sacarnos los derechos” y señaló que “este modelo económico no se soporta más”.
Las asambleas-paro de esta mañana en el transporte fueron la antesala del paro general de 24 horas convocado por la CGT para este jueves, pero antes habrá un duelo entre los líderes cegetistas y el Gobierno: irán al Senado para defender sus posiciones sobre la Ley Bases y el paquete fiscal, que este martes se tratarán en comisión con la expectativa oficial de que se voten el día de la huelga.
La comitiva de la CGT, encabezada por Héctor Daer (Sanidad) y Pablo Moyano (Camioneros), concurrirá a las 16 a la Cámara Alta para fundamentar ante los senadores nacionales de Unión por la Patria, encabezados por José Mayans, su rechazo a la modernización laboral incluida en la Ley Bases y a la restitución del Impuesto a las Ganancias prevista en el paquete fiscal. Está por confirmarse aún un encuentro similar de la CGT con el bloque de senadores de la UCR, que preside Martín Lousteau.
Los sindicalistas ya habían mantenido una reunión similar con los senadores de Unión por la Patria que tuvo lugar el 10 de abril en la sede cegetista de Azopardo 802. Allí, los legisladores se comprometieron a no votar “nada en contra de los trabajadores”. “No vamos a votar nada en esa línea, como por ejemplo, la vuelta de Ganancias”, dijo Mayans. Daer, por su parte, aclaró a los senadores que la CGT no negociaba la reforma laboral con el Gobierno, aunque más tarde se produjo la primera reunión oficial de los sindicalistas en la Casa Rosada, donde se habló de ese tema.
La central obrera también irá a la carga contra el capítulo que cambia el status laboral de los empleados públicos, desde su estabilidad en el puesto hasta la limitación de las huelgas y las sanciones a la que están expuestos, pasando por la cuota solidaria que reciben los sindicatos estatales para financiarse en forma adicional (punto eliminado de la Ley Bases para los gremios del sector privado).
Por su parte, distintos ministros y funcionarios del Gobierno expondrán esta semana al Senado ante las comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda para dar precisiones y justificar los dos proyectos de ley que el presidente Javier Milei quiere tener sancionados antes de la firma con los gobernadores del Pacto de Mayo, el 25 de este mes.
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