La nota sostiene en ese sentido que una sistema de ese tipo “requiere acuerdos contractuales de términos y condiciones entre los actores del sistema, donde se prevén desde cláusulas de prevención de fraude, requisitos de seguridad de los usuarios, propiedad intelectual y protección de datos personales, entre otras”.
“Luego de dos rondas de propuestas, al día de la fecha la mayoría de las billeteras y sus bancos emisores mantienen su rechazo a dichas cláusulas y se niegan a aceptar las condiciones para la interoperabilidad del QR con tarjetas de crédito. Esta es la razón por la que aún no está habilitado”, dice Mercado Pago.
La empresa agrega: “Estamos sentados en una mesa de negociaciones dispuestos a discutir las condiciones, como hicimos siempre. Esto requiere diálogo y la definición de condiciones razonables. Esperamos que este obstáculo se solucione a la brevedad”.
La nota de la firma de Marcos Galperin recordó que “hace 6 años Mercado Pago creó la red de QR en Argentina tras una inversión de más de u$s33 millones”,
“Esto permitió que cientos de miles de comercios cobraran por primera vez con medios electrónicos y millones de argentinos eligieran el QR para pagar, en un avance sin precedentes de la inclusión financiera en todo el país”, justifica Mercado Pago.
La empresa señaló que ella “impulsó el estándar único interoperable de los códigos para todos los jugadores” y que en 2022 “abrió la red para pagos con dinero en cuenta”. “Desde ese momento más del 75% de los comercios recibió al menos un pago interoperable”, dice la nota.
La medida que obliga a la interoperabilidad en pagos con tarjetas fue adoptada el año pasado por el Banco Central y ratificada por las actuales autoridades para favorecer la competencia en un sector de servicios y tecnología en expansión.
Es la modalidad más desarrollada en países europeos o en Estados Unidos donde cada vez se usa menos las tarjetas de crédito y débito, para cursar pagos. Los consumidores emplean los celulares hasta para pagar el pasaje del transporte público.
Si bien el uso indistinto de los códigos QR de diferentes billeteras es una medida que va en esa tendencia, en Argentina faltan inversiones, señalan en el mercado, como es el caso de mejorar la conectividad a internet y el desarrollo de redes de 5G.
Según señala en un informe la consultora D’Alesio IROL “la introducción del QR interoperable representa una apertura significativa y apreciada por los clientes en el uso del pago digital”.
Un estudio de Medios de Pago y Financiamiento de la consultora que dirige Eduardo D’Alessio revela que el uso del QR para pagos sigue creciendo, especialmente entre los menores de 45 años (77%) y también entre la mitad de la denominada “Generación Silver” (50 a 65 años).
“Los clientes buscan una experiencia de pago fácil además de sentirse seguros al efectuar la transacción”, dice el informe el cual indica que “existe predisposición a comenzar y/o pagar con mayor frecuencia con QR si pudiera integrarse con cualquier billetera digital disponible en el mercado”.
El estudio dice que el 61% de los consultados usaría de manera más frecuente el código Qr para abonar sus consumos cuando se puedan usar de manera indiferente.
Otras modalidades
Al respecto, la Cámara Argentina de Empresas de Servicios Financieros no Bancarios (CAESFI) recordó que desde el primero de mayo entrarán en vigencia otras modalidades y servicios para los usuarios de billeteras.
“Se trata de la eliminación del sistema Débito Inmediato (Debin) que actualmente usan muchos usuarios de billeteras virtuales para fondearlas y su reemplazo por otro sistema llamado Transferencias Pull; y la inclusión del Certificado Electrónico para Depósitos e Inversiones a Plazo (CEDIP), que permitirá usar a este tipo de colocaciones como un medio de pago”.
El DEBIN es el mecanismo que se estaba usando hasta el momento para “cargarle saldo” a la billetera, pero también se usó para cometer estafas. Es en realidad una autorización para que un tercero se cobre de una cuenta propia un importe determinado. Pensado para el comercio, algunos estafadores buscaban con artilugios conseguir el CBU de una víctima para entrar y vaciarle la cuenta.
“Estas iniciativas fueron lanzadas por la gestión anterior del BCRA y verán la luz luego de fuertes debates entre el sector bancario, las fintech y el propio regulador en el cambio de Gobierno”, señala la entidad.
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