Desde que se decretó la emergencia sanitaria por el Corona Virus, el gobierno se ha encargado de ir tomando medidas graduales que, a mi entender, deberían ser más drásticas. Lo importante es frenar la expansión del virus para que el sistema de salud no se vea colapsado y, para eso, lo mejor es guardar lo que se ha dado en llamar “aislamiento social”. Desalentar la circulación de personas es, hasta el momento, la única estrategia colectiva para bajar la curva de replicación viral.
Entre las medidas que se han implementado para mantener medianamente a flote a la economía frente a esta crisis, llama la atención que se está favoreciendo a cantidad de sectores afectados por la baja de la actividad pero nada se ha anunciado para tenderles una mano solidaria a los trabajadores más expuestos. En efecto: se hace lo posible para que la gente circule menos, se le mete algo más de plata en los bolsillos, se toman medidas de emergencia para, por ejemplo, paliar la baja de la actividad de los sectores turísticos, de esparcimiento, gastronómicos y de transporte, pero nada se está haciendo para favorecer a quienes le plantan cara al virus en sanatorios, clínicas, farmacias y hospitales.
Se anunció que cada diputado podrá disponer de 100 mil pesos para repartir a su antojo en tanto subsidios que ayuden a paliar esta crisis. Esto es una barbaridad inadmisible que condeno. No se debe hacer política con la excusa de la enfermedad y, mucho menos, disponer discrecionalmente de fondos aportados por todos para que sean destinados de manera antojadiza a unos pocos.
Los integrantes de las fuerzas de seguridad, de migraciones y de todo el sistema de controles sanitarios de frontera también deben ser alcanzados por estos beneficios transitorios. Ellos trabajan para brindarnos seguridad a todos y, me parece, que les debemos algo más que nuestro agradecimiento.
Suspender el pago de las obligaciones mensuales de los monotributistas mientras dure la emergencia también sería una medida acertada.
Me gustaría que el señor Presidente de la Nación tome nota de esto ya que, si la patria es el otro, deberíamos velar por los que se juegan la vida por la de cada uno de nosotros. Es de esperar que el Poder Ejecutivo Nacional reflexione al respecto y actúe rápidamente en consecuencia.
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