Periodista: ¿Cómo analiza la situación de Tierra del Fuego en el marco de esta pandemia?
Gustavo Melella: Tierra del Fuego atraviesa la misma situación que el país y que el resto de las provincias, muy compleja desde lo económico. Sí tenemos controlado lo epidemiológico. En la provincia comenzamos la cuarentena obligatoria antes que el resto del país, invitamos a los turistas a salir. En enero y febrero tuvimos 140 mil turistas extranjeros, y eso nos obligó a tomar medidas, como una cuarentena muy dura al principio. Fuimos achatando la curva, aislando casos sospechosos y positivos, así como los contactos estrechos. Hoy llevamos 30 días sin contagios, todas las personas se han recuperado. De todos modos, tenemos un plan contingencia.
P: Sin casos activos y al ser una isla con facilidades para controlar ingresos, ¿cuándo podrían volver a la normalidad?
G.M.: Tenemos aún un factor de riesgo: los fueguinos que vuelven. Si bien entran con un protocolo estricto para hacer la cuarentena en sus casas, es un riesgo. Estamos abriendo actividades: hotelería, gastronomía, protocolos para el regreso de la administración pública. Si nos mantenemos en estos parámetros, se irá normalizando la actividad.
P: ¿Y lo económico?
G.M.: Difícil, los privados han estado mucho tiempo sin funcionar, y en el Estado cayó la recaudación. El turismo es el sector que deja mayores ingresos y se cortó. También bajó la industria, la actividad petrolera y la comercial. Se complicaron los ingresos del Estado. Igual acompañamos desde el banco público de la provincia con líneas de crédito a las empresas para el pago de salarios u otras obligaciones, como cubrir cheques. También dimos líneas desde el ministerio de Producción y Ambiente, por fuera del sistema financiero, para trabajadores independientes. Son con una tasa de 12% anual fija en pesos y seis meses de gracia. Ahora estamos en una segunda etapa, con créditos desde el Banco de Tierra del Fuego para el pago de aguinaldos. Y más dinero de Producción y Ambiente para sostener la actividad, desde estibadores del puerto a choferes de taxis. Como datos positivos: comenzó a funcionar el comercio, la industria y la metalmecánica.
P: ¿Cuál es el impacto del turismo?
G.M.: El turismo genera empleo y deja recursos, principalmente el turismo internacional. Ahora viene la época de los cerros invernales y nos estamos acondicionando para el turismo interno, que el fueguino pueda disfrutar de sus vacaciones. Pero con el turismo interprovincial hay un sector que no puede trabajar, como los guías, el transporte o buena parte de la hotelería. Después, abriremos al turismo de los lugares que no representen un riesgo sanitario. Aerolíneas tiene concentrada su base de operaciones en Buenos Aires. Entonces tenemos que esperar cómo se generan rutas alternativas. Hay una logística que no es fácil, más en este tiempo. Por ahora son conversaciones y deseos.
P: Hay declaraciones de concesionarios del Cerro Castor que pone en duda la apertura sólo para fueguinos…
G.M.: El Cerro Castor por contrato tiene que abrir; y así lo va a tener que hacer. Desde la provincia vamos a acompañar como podamos. Porque no es sólo el Castor. Es el taxi, el hotel, la gastronomía. Si un riograndense quiere pasar un fin de semana, hay que darle la posibilidad, y hay una actividad económica que tiene que funcionar. Además de que el fueguino tiene derecho a disfrutar.
P: Mencionaba líneas de crédito para pago de aguinaldos de privados, ¿cuál es la situación del Estado provincial respecto al pago?
G.M.: Se ha garantizado el aguinaldo. Gracias también a una ingeniería financiera con adelantos de coparticipación del Gobierno nacional. La decisión también está relacionada con volcar dinero al consumo interno. No es dinero que se va en compra de dólares al exterior. El fueguino que trabaja en el Estado lo va a gastar en la provincia. Es un impulso directo al mercado interno, nos sirve para reactivar la economía.
P: Aprobaron recientemente una ley de emergencia, ¿cuál es el impacto que tendrá en las cuentas?
G.M: Es la primera ley de emergencia que no habla de ajuste. Busca volcar más dinero en la economía. Tiene tres ejes: un fondeo al banco provincial para líneas de crédito, colocar mil millones adicionales a través del ministerio de Producción, y cambiar un plan de obras. La administración anterior se endeudó por u$s200 millones al 9% para un plan de obras que quedó sin ejecutar. Nosotros decidimos no hacer tres de ellas y reemplazarlas por otras con más impacto social y que generen más mano de obra. Como un cronograma de ampliación del muelle turístico de Ushuaia, hospitales, redes de cloacas y gas.
P: Mencionaba el bono de u$s200 millones… ¿tienen pensado renegociarlo como están haciendo otras provincias y Nación?
G.M.: Estamos trabajando en la reestructuración, necesitamos conseguir mayor financiamiento. El bono tiene una tasa muy alta, nos quita la posibilidad de volcar ese dinero en la economía. Asumimos con los salarios congelados, es una situación compleja. Este año reinstauramos las paritarias libres, el acuerdo se suspendió por la pandemia, pero igual dimos un monto fijo que representa un 75% del aumento acordado, con el compromiso la pagar la diferencia. Es una deuda en favor de los empleados. Además, si bien cayó la recaudación, creció la inversión social. Estamos entregando 20 mil módulos alimentarios, un subsidio del gas envasado, ya que muchos domicilios no están en la red, pese a que tenemos una de las cuencas gasíferas más importantes del país. Son gastos a los que tenemos que hacer frente; por eso es necesario reestructurar la deuda en dólares.
P: ¿Comenzaron las negociaciones?
G.M.: Sí. La deuda está garantizada por regalías, con los cual los acreedores tienen la tranquilidad de que van a cobran; pero necesitamos que ese ahorro vuelva al Estado. Ya empezamos las charlas. Buscamos un reemplazo de esa deuda, algún capital que quiera hacerse cargo, porque el cobro está asegurado. Y hay gente que tiene ganas de invertir en la provincia.
P: Comenzaron a fabricar respiradores, ¿es una carta para negociar con Nación la extensión de la promoción industrial que vence en 2023?
G.M.: Es importante porque nos permite mostrar la capacidad de la industria de Tierra del Fuego en términos reales. Algunos denostaban nuestra industria, y con esto mostró el nivel de desarrollo tecnológico que tiene. Se van a productor 175 respiradores por semana, es una señal de la capacidad de la industria nacional, y de la tecnología de Tierra del Fuego. El 50% de las partes del respirador se producen, es más desarrollo y una buena señal. Con el ministro Kulfas estamos avanzando muy bien con la extensión al subrégimen, que tendrá otras características.
P: ¿Esas otras características apuntan a la diversificación?
G.M.: Hay mirada coinciden entre provincia y Nación, no solo respecto al subrégimen. Hablamos de un entramado productivo más amplio, de la ampliación de la matriz, de la industrialización del gas y el petróleo. Está en tratamiento una ley para crear una empresa hidrocarburífera provincial. Es decir, no tiene que ser sólo tecnología. Dentro de esa producción, los respiradores muestran que la industria fueguina puede producir otros elementos de medicina que no se hacen hoy en el país. Se abre una puerta.
P: ¿Buscan extenderla por cincuenta años?
G.M.: Por cincuenta o por treinta, nosotros buscamos el plazo más largo. Pero es cierto que los cambios tecnológicos son tan grandes que hay que ir aggiornando. El gobierno y la industria tienen que ir cumpliendo etapas y que se vayan evaluando. Para que no se pierda fuerza, inversión, ni desarrollo.
P: ¿Con la intención de crear una empresa estatal de hidrocarburos, buscan copiar el modelo de Neuquén con GyP?
G.M.: Es interesante el modelo de Neuquén. Queremos que la empresa sea socia en las ganancias, para los fueguinos y los argentinos. Ese modelo, además de generar mayores recursos a las provincias, evita especulaciones y da certezas a las inversiones, porque queda claro que el Estado no va a cambiar las reglas de juego.
P: ¿Cómo está la provincia respecto a las regalías y al acuerdo por el barril criollo?
G.M.: Este año vivimos momentos complicados en materia energética. Se rompió una monoboya de YPF que recortó la producción, por el Covid también bajó producción, luego el desplome del precio del barril… el barril criollo es una apuesta de Nación que da entusiasmo. YPF en esta nueva gestión puso mucha atención en Tierra del Fuego. Hay interés y predisposición de pensar para adelante, en el valor agregado, en la industrialización. Hay empresas que no están en la provincia y que quieren invertir, así como otros Estados.
P: ¿Cómo calificaría su relación con Nación?
G.M.: Es buena, hay diálogo. Con los ministros de Producción, de Salud, también de Transporte, que ha dado muestras claras de acompañamiento, como en las proyecciones del puerto de Ushuaia, o el cruce por aguas argentinas. También tenemos un plan de obras públicas conjunto. Hay un acompañamiento del presidente, que es mutuo. Se comprometió a trabajar con los gobernadores y lo está haciendo.
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