El presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, José Luís Iglesias, expuso por FM La Isla el desconcierto del sector ante la cuarentena obligatoria dispuesta por el gobernador Gustavo Melella, tras la escalada de contagios de Coronavirus en la zona norte, y el impacto que tendrá en la actividad comercial.
El regreso al aislamiento obligatorio fue dispuesto hasta ayer domingo, pero hay posibilidades de que se extienda la medida. “En nuestro sector hay desconcierto y estamos con consultas permanentes, no por las medidas sino por no saber los alcances precisos. Me parece válido lo que ha resuelto el gobernador, porque ha explotado la pandemia en nuestra ciudad y tenemos que atender esta situación”, dijo.
“Los asociados, comerciantes y amigos nos preguntan cómo vamos a funcionar y nos tendremos que quedar quietos, salvo los esenciales. Estamos en contacto con gente del gobierno por distintas situaciones difíciles que se plantean. Estuvimos coordinando la situación de los gastronómicos, por el horario, las fábricas no habían recibido insumos para la elaboración de los alimentos y la venta se hace más lenta con la circulación restringida. Se logró que pudieran recibir pedidos hasta las 20 horas y entregarlos hasta las 23 horas, que por lo menos fue una ayuda”, manifestó.
Hizo público el malestar de muchos comercios que se ven afectados, cuando no han sido los causantes del rebrote: “No todos los comerciantes piensan igual, y cada uno cree que tiene su fórmula o su receta para modificar la realidad. El problema acá es que no hubo contención social, no hubo una distancia, y eso es responsabilidad de los habitantes de Río Grande. Ahora tenemos un gran problema y tenemos que ver cómo lo resolvemos entre todos”, expresó.
Respecto de la posibilidad de contar con asistencia financiera del gobierno y el municipio ante la posibilidad de volver a cerrar las puertas, observó que “tampoco sabemos cómo va a funcionar el banco y todo este tipo de auxilio se genera con documentación. Si el negocio está cerrado, donde tengo mis datos, no voy a poder pedir asistencia. Veremos si habrá una reducción de carga horaria con prohibición de circulación o cómo se van a implementar las medidas”.
“Realmente fue sorpresivo, muchos no lo esperábamos, ya tenemos el fin de mes encima y hay que pagar los salarios, al margen del personal, que lo podemos tener en cuarentena. La franja principal de los afectados está entre los 30 y 40 años, y generalmente no son empleados de comercio”, afirmó.
“Desde el 10 de julio, cuando pasamos de 10 a 20 con las reuniones sociales, empezamos a tener una gran explosión. Acá hubo determinadas circunstancias, comportamientos sociales que tuvimos todos. En los comercios están los protocolos, no se puede entrar sin barbijo, hay alcohol a disposición, y si esto no se cumple se denuncia a los medios. A su vez están las autoridades de Comercio, así que esto por el comercio no fue”, subrayó.
“Nadie quiere perjudicarse a sí mismo ni perjudicar a su fuente laboral, pero algunos tuvieron un comportamiento social inadecuado que hizo que el virus se propagara de esta forma. Fue el principal desencadenante de la situación que tenemos ahora, que no son cuatro casos, sino casi 300 y dos muertos, que es algo irreversible”, lamentó.
Adelantó que “esta semana intentaremos volcar los reclamos, inquietudes y preguntas que tienen los comerciantes, al municipio local”, y se prevé una reunión de la que participará también Diego Navarro, junto con un médico que está asesorando a la Cámara.
Programa PROGRESO
Por otra parte, se le preguntó sobre la marcha del programa PROGRESO, que prevé subsidios y créditos para el sector privado: “No tenemos información de la parte del Ministerio de la Producción, pero por comentarios con productores nos dicen que han sacado 450 aproximadamente. De la parte de comercio se dio mucha asistencia, algunos tramitaron con el Banco Tierra del Fuego, otros tuvieron asistencia del Banco Nación, pero todos los trámites son online y si alguien llena mal un formulario, se entera a los siete días y hay que empezar de vuelta”, planteó.
Más allá de la asistencia, se centró en el humor social por estos días. “Uno de los problemas principales que noto es el grado de irritabilidad de toda la gente, y muchos buscan culpables en vez de ayudar a buscar soluciones. Es muy lamentable porque esto no ayuda, y la cooperación es fundamental. No creo que ninguno quiera causar la muerte de nadie, o que se interne, pero tenemos que cambiar la conducta individual, ver cómo hacer para difundir el tema del uso de los barbijos y de los comportamientos, y transmitir esto a nuestros hijos y amigos”, concluyó.
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