José Zampedri, secretario gremial de la UTA seccional Río Grande, denunció la preocupante situación que atraviesa el transporte público en la ciudad, gestionado por la empresa City Bus. Según el dirigente gremial, las malas condiciones de las unidades y la escasez de personal están afectando gravemente la calidad del servicio.
Zampedri describió un panorama crítico, señalando que "el problema más grande que hay es el deterioro de las unidades y la falta de personal para cubrir los servicios cuando la empresa enfrenta ausentismo por razones de salud o por otros motivos." Esta situación, explicó, no es nueva, sino que se ha ido agravando con el tiempo, repercutiendo tanto en los trabajadores como en los usuarios del servicio.
El secretario gremial detalló que la falta de choferes ha llevado a que, incluso con la ausencia de uno o dos trabajadores, la empresa se vea obligada a dejar servicios sin cubrir, generando largas esperas y frustración entre los pasajeros. "Ayer tuvimos un problema, la semana pasada tuvimos otro. Y te estoy hablando de que falta uno o dos trabajadores y la empresa tiene que sacar servicio a la calle", comentó Zampedri. Además, indicó que el deterioro de las unidades ha exacerbado la insatisfacción de los usuarios, quienes, ante la falta de respuestas de la empresa, han comenzado a dirigir sus quejas directamente hacia los choferes. "Tenemos muchos problemas con el maltrato de los pasajeros a los choferes, que obviamente surge porque el chofer es el primero en recibir el reclamo. Es el que pone la cara y la gente, al no tener respuesta desde la empresa o desde los entes que se encargan del control, se la agarra con el chofer", lamentó Zampedri.
La tensión ha escalado a tal punto que, por primera vez, el gremio ha comenzado a recibir quejas directas de los pasajeros en su sede, un hecho inusual hasta ahora. "Nunca habíamos tenido problemas en la sede, en el gremio, que pasajeros vayan directamente a quejarse por el servicio. Pero la semana pasada hemos recibido muchas quejas de gente que nos llama o que se presenta en el gremio porque están una hora, una hora y media esperando el colectivo y no pasa", explicó el dirigente.
La situación en Río Grande es especialmente complicada, ya que el deterioro del servicio no solo afecta la operatividad diaria, sino que también ha erosionado la confianza de los usuarios en el sistema de transporte público. Zampedri advirtió que la falta de propuestas concretas y soluciones por parte de la empresa City Bus solo agrava el problema. "La situación es peor porque venimos complicados con las prestaciones de los servicios, y si le agregamos un paro, es aún más grave para la gente", concluyó.
El panorama que describe Zampedri refleja una crisis en el transporte público de Río Grande, donde los trabajadores y los usuarios se encuentran en una situación cada vez más difícil, sin que se vislumbren soluciones a corto plazo.
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