Miriam Fernández es la madre de una niña que denunció haber sido abusada por un docente del Colegio Ernesto Sábato de la ciudad de Ushuaia. El profesor, fue removido del cargo.
En dialogó con Radio Provincia, lamentó que “todavía no hubo ningún tipo de avance en la causa. La denuncia está radicada en el Juzgado de Instrucción N°3 y ya lleva tres años. Tengo conocimiento de otras causas que también se han demorado durante mucho tiempo”.
Asimismo, se refirió a la reunión que mantuvo con autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia y confirmó que la ministra Analía Cubino “nunca se puso en contacto conmigo. Ni cuando elevaba cartas para ver si me recibía y ahora tampoco. La verdad es que mucho no esperaba. Cuando nos ocurrió esto como familia pensábamos que nos podría recibir debido a la gravedad del caso dentro de un colegio, pero no. Fuimos perdiendo esa expectativa y queríamos simplemente una respuesta porque el daño ya estaba hecho, pero para trabajar de ahí en adelante”.
En este sentido, indicó que fueron recibidos por la subsecretaria de Educación, Elida Recchi, y por Carlos Iglesias.” No fui sola, sino con un grupo de mamás. Por momentos se tornó acalorada la charla y no conseguíamos respuestas. Nos decían que se les había pasado por alto y se tiran la pelota uno con el otro. También se planteó un caso en especial y me enteré que tiene abierta una causa penal por lo cual no puedo dar detalles. Ocurrió dentro de un colegio y se ha hecho una denuncia penal que tiene número de causa. Por lo que entendí es un hecho reciente”.
Según manifestó Miriam, “si no hay un registro de docentes sumariados, no nos dan garantías de con quién dejamos a nuestros chicos. Que no exista ese registro, te dice todo. Hoy mi hija está. Se encuentra con tratamiento psicológico y espera obviamente la resolución de la Justicia con muchísima expectativa. Necesitamos seguir. Ella como adolescente y nosotros como familia. Mi hija necesita Justicia y que el Ministerio de Educación se mueva. Necesita que se vayan todos. Que se hagan cargo quienes no la cuidaron. Había preceptores, tutores, directores, vicedirectores, el gabinete psicológico y nos fallaron igual, sumado a que tengo que seguir enviando a mis hijos al colegio”.
Relató que “todos los días tengo que atravesar lo mismo, una y otra vez. Saber que llega la hora de colegio y tiene que ir donde le pasó eso al igual que sus hermanos. ¿Si la hubiese cambiado de colegio y se hubiera encontrado en otro lugar como me pasó?”, se preguntó. “Se podría haber encontrado en cualquier colegio. Necesitamos que trabajen de verdad. No se puede confiar en nadie. Hay actas que se labran y quedan durmiendo”.
Por último, expresó que “lamento decirlo, pero siento que a la sociedad de Tierra del Fuego le falta empatía”.
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