Con la regulación y el incremento de las casas de apuestas virtuales surgieron sus versiones no autorizadas que día a día crecen en las redes sociales. Especialmente entre los adolescentes a los que no se les pide comprobación de su edad para ingresar.

Desde los “respaldos” hasta las “cajeras” -quienes son el contacto directo con los clientes-, por eso se investigó qué hay detrás de este sistema ilegal.

En Argentina, 15 de las 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires poseen regulación con respecto al juego online. Cuentan con las autorizaciones y licencias correspondientes que depende de cada una de ellas. Sin embargo, ¿qué sucede con las que no están autorizadas y por qué siguen en funcionamiento?

Casinos y apuestas virtuales: cómo funcionan

El sistema es sencillo. Quien está interesado se contacta con los “cajeros”, personas que les preguntan cuánto es el monto que desean cargar para apostar. Una vez que realizan el pago que puede hacerse a través de Mercado Pago, les brindan un usuario y contraseña (sin preguntar ningún dato personal) y ya tiene acceso a un mundo de juegos que en los bingos se los conoce como tragamonedas.

Casino Zeus es uno de los tantos sitios que al ingresar no brinda información acerca del dominio sino que se limita a dar el nombre del licenciatario. “Sitio Operado bajo Licencia de Curazao - Antillas Holandesas”, son los únicos datos que se pueden encontrar en la página.

“Me lo comentó una conocida y contacté a otra chica a través de un grupo de Facebook. Ella carga para Casino Zeus y tiene un ‘respaldo’ que le provee las fichas y quien se ocupa de pagar los premios”, explicó una administradora de esta casa de apuestas a TN.

Esta chica que recluta gente es el nexo entre el “respaldo” y sus cajeros. “Tiene un 5% de comisión y los cajeros un 40% por cada apuesta. Ella particularmente tiene cerca de 30 cajeros pero hay quienes tienen más”, destacó la joven.

“Cuando alguien pide una carga tienen que transferir la plata y nosotros se la pasamos a ella, que nos carga el panel donde creamos los usuarios y contraseñas”, explicó.

Es decir, el sistema está liderado por “respaldos”, que son los encargados recibir las apuestas y entregar los premios, “administradores” que se ocupan de reclutan a los “cajeros”, y estos últimos cuya función es atraer a los clientes a través de las redes.

Los premios y descuentos

Pero para los cajeros no es redituable que sus clientes ganen, sino que sigan apostando. “Se comisiona semanalmente, hay algunos que comisionan en el acto. Por ejemplo, si un cliente apostó $1000, enseguida les debitan $400, pero depende el operador”, destacó.

En el caso de quienes operan para Casino Zeus, es distinto. “Cuando ganan un premio, se vuelve a comisionar una vez que se completó esa salida. Es decir, si una persona sacó $10.000, hasta que yo no cubra con nuevas cargas ese monto, no vuelvo a comisionar”, detalló la joven, aunque aclaró que hay casinos donde de la carga se hace responsable el “respaldo”.

Se trata de un sistema descentralizado donde cada cajero es responsable de sus propias ganancias. Cuantos más clientes tengan, mayores van a ser sus ingresos. Sin embargo, si alguno de los jugadores se lleva un monto importante, el cajero no va a poder retirar sus porcentaje hasta que no cubra el total de esa salida.

También, contó que “hay un cronograma de pagos con días y horarios y con una cierta cantidad de plata diaria”. “Se paga hasta $50 mil por día. Si sacan más de eso, se les paga al día siguiente”, aclaró.

Las redes sociales son su punto principal de publicidad. En Instagram, inclusive, los influencers y famosos utilizan sus historias para mostrar el dinero que ganan por apostar.

Y son cada vez más los que montan su propio negocio a base de esto. “Hay cajeros que con el tiempo juntan un cierto capital para abonar los pagos, un millón de pesos, por ejemplo, y con eso arrancan a ser administradores y tener cajeros a cargo”, agregó.

La regulación de las apuestas

En el país la regulación les compete a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tanto la Provincia de Buenos Aires, CABA y otras jurisdicciones la regularon, entendiendo que el juego es legal solo si es autorizado expresamente por éstas, y volcando el producido de las utilidades en acción social. Hoy, la Provincia de Buenos Aires tiene autorizadas siete licencias y cuatro están operativas.

“Para tratar de erradicar el juego ilegal, se logró acordar que el administrador de los dominios NIC en la Argentina solo autorice los dominios ‘bet.ar’ a aquellas licencias que estén debidamente autorizadas por las respectivas jurisdicciones, y que solo estas puedan utilizar, únicamente, los distintos medios de pago y así evitar también la evasión fiscal. La provincia recauda apenas 100 millones de pesos anuales por apuestas online. Un monto insignificante”, detalló el Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la provincia de Buenos Aires.

Cuando en países de Europa, como Inglaterra y Países Bajos, comenzaron a dejar atrás las publicidades de juegos de apuestas online, en la Argentina cada vez más son las licencias y difusiones. Desde clubes de fútbol, hasta famosos en las redes sociales, es un negocio que cada vez aumenta más.

“Los juegos de azar son una de las competencias no delegadas al poder federal, históricamente, cada provincia puede dictar esta ley”, destacó Federico Poore, periodista y autor del libre El poder del juego: el gran negocio de la política argentina.

De las 23 provincias de Argentina, 15 de ellas, junto con CABA, tienen reglamentación para las apuestas en línea, es decir, tienen habilitado el juego online. “Un operador puede solicitar una licencia para operar y hacerlo, y la primera jurisdicción en adaptarlo fue la Ciudad de Buenos Aires”, añadió.

El juego ilegal se encuentra sancionado a través de la Ley N° 13.470 y el artículo 301 bis del Código Penal y el artículo 160, publicidad, patrocinio y promoción de las actividades de juego, dicta cómo solicitar las licencias y sanciones ante faltas en CABA.

“Y aunque al principio muchos funcionarios se habían abstenido de dar curso a estas prácticas, terminaron implementándolo bajo el argumento de las necesidades financieras que atravesaban los distritos durante la pandemia”, agregó Poore.

“Una explicación tiene que ver con que al ser un recurso propio de la provincia, muchos lo encuentran como una salida a sus problemas financieros. En Buenos Aires cuando se reglamentaron las tragamonedas, un porcentaje iba a la Policía y otros sectores, entonces muchos gastos corrientes quedaron atados a estos ingresos y eso le paso a gran parte de las provincias que no tienen recursos naturales. El modelo del hotel más casino fue una fuente de ingresos y en el caso de las apuestas online también lo son”, detalló.

Inclusive, el aumento de estas prácticas generaron polémica en el mundo del fútbol. En diversas ocasiones, jugadores que fueron acusados de ser cómplices del negocio de apuestas deportivas ya las opciones son cada vez mayores: desde quién hace el primer lateral, en qué minuto se hace el primer córner y demás.

Con respecto a las restricciones de edad para entrar a estos sitios, aclaró: “En el caso del online es más difuso el acceso. En el físico podés controlar quien ingresa, pero acá no, cualquier persona te puede prestar DNI o CUIT y apostas y lo central es el tema de la publicidad, hay un argumento muy extendido que dice que no se puede prohibir, pero ahora los propios clubes lo fomentan o en una transmisión en vivo te muestran el QR para apostar”, destacó.

También, señaló que las diferencias que marcan entre las casas habilitadas y las que no, son la asociación de tarjetas de créditos aunque no hay un control exhaustivo. “Hay una especie de obligación de compartir la línea de orientación al juego problemático pero hasta ahí llega”, agregó.

Si tenés problemas con el juego, comunicate con línea de atención gratuita 0800-444-4000 que funciona las 24 horas, los 365 días del año, del programa de Prevención y asistencia al juego compulsivo.